"Audentes Fortuna Iuvat"

Durante los largos años que duró la Segunda Guerra Mundial siempre han destacado las grandes batallas y operaciones que se llevaron a cabo en todos los frentes. Muchas de ellas ocupan los puestos más importantes en la historia bélica de la humanidad. Grandes nombres como George Patton, Sir Bernard Montgomery o Erwin Rommel han dado pie a numerosos estudios y libros bien por sus habilidades tácticas o bien por su carisma. Sin embargo las páginas de la historia están escritas tambien con nombres menos conocidos pero que merecen mención especial.



Haupsturmfürhrer Fritz Klingenberg

Es el caso de Fritz Klingenberg, Capitán de la 2ª División Panzer SS "Das Reich"  durante la campaña de los Balcanes que demostró que a veces la astucia es más importante que la fuerza.

Abril de 1.941, Hitler ordena la invasión de Yugoslavia después de la denigrante derrota sufrida por los italianos en Grecia. El objetivo, anticiparse a una posible invasión soviética de los Balcanes y afianzar así el sureste europeo antes de llevar acabo la "Operación Barbarroja" (invasión de la Unión Soviética). La Werhmacht y las Waffen SS "compiten" por ser los primeros en entrar en la capital, Belgrado. El Regimiento Panzer-Granadero de élite "Grossdeutchland" y la 2ª División SS "Das Reich" son la punta de lanza de la invasión y las primeras en dirigirse a la capital. Tomando ventaja la División "Das Reich" llega a la población de Pancevo situada a orillas del río Danubio y a unos pocos kilómetros de Belgrado.

Escudo de la 2ª División Panzer SS
"Das Reich"

Al atardecer el "Haupsturmfürhrer" (capitán) SS Klingenberg decide actuar y junto con un par de sargentos y seis soldados rasos de la 2ª Compañía de Asalto Motorizado comienzan a acercarse a Belgrado. La suerte está con ellos pues en la orilla del río encuentran una pequeña embarcación para cruzarlo, puesto que los bombardeos y las crecidas primaverales han acabado con todos los puentes de la zona. Entonces Klingenberg pide refuerzos y se apresura a entrar en la ciudad. Ya en las calles de la ciudad Klingenberg y sus hombres se cruzan a una veintena de soldados yugoslavos que se rinde en el acto. Posteriormente y tras una breve refriega consiguen vehículos y se dirigen a toda velocidad al Ministerio de la Guerra Yugoslavo. La sorpresa es total cuando descubren que el ministerio se encuentra abandonado debido a los fuertes bombardeos llevados a cabo por la Luftwaffe. Entonces decide ir a la embajada alemana y mediante engaños hace creer que una enorme fuerza se encuentra a las afueras de la ciudad. Al cabo de un rato hace acto de prsencia el alcalde de Belgrado que rinde la ciudad al Capitán de las SS.

Al día siguiente, penetra triunfante en la ciudad el Regimiento "Grossdeutchland" llevándose una desagradable sorpresa. La ciudad ha sido capturada por un puñado de intrépidos soldados de la División SS "Das Reich". Y lo que es más importante, sin sufrir ni una sola baja.

Este hecho molestó con creces al Alto Mando de la Werhmacht. No así al propio Hitler que decidió condecorar con la Cruz de Caballero al Capitán Klingenberg por la toma de la ciudad.

Fritz Klingenberg continuó combatiendo y ascendió hasta llegar a convertirse en "Standartenfürhrer" (coronel) a finales de 1.944, año en el que recibió también la Cruz de Oro Alemana. Murió en marzo de 1.945 cerca de Herxheim, Alemania, comandando la 17ª División Panzer-Granadera SS "Götz von Berlichingen".

Un Héroe al que bien le vienen los versos del poeta romano Virgilio: "Audentes Fortuna Iuvat".



Obersturmbannführer Klingenberg