La Esquina Barkmann

Durante la 2ª Guerra Mundial hubo muchos ases de Panzer en todos los frentes. Soldados que protagonizaron episodios de gran valentía y demostraron que pese a encontrarse en inferioridad numérica en muchas ocasiones, Alemania, contaba con las mejores tripulaciones de carros blindados de aquella época. De entre todos los grandes nombres propios destaca en de Ernst Barkmann. Barkmann no fue el carrista con más blindados destruidos a sus espaldas, ni el más brillante, pero si que protagonizó uno de los enfrentamientos más extraordinarios de toda la guerra.

Oberscharführer Ernst Barkmann

Ernst Barkmann nació en la región de Holstein, Alemania en un pequeño pueblo llamado Kisdorf el 25 de agosto de 1919. Tras pasar su juventud junto a su familia se alistó en el Heer antes de la guerra y luchó como ametrallador encuadrado en el 14º Ejercito durante la campaña en Polonia. Su actuación le valió el ascenso a Rottenführer (cabo 1º).

Tras haber luchado en Polonia solicitó ser transferido a las recien creadas Waffen SS. Su petición fue aceptada y paso a formar parte de la 2ª División Panzer SS "Das Reich". Posteriormente combatió en la invasión de Francia y en la Operación "Barbarroja" donde fue gravemente herido.

Luego de pasar una temporada instruyendo a voluntarios en Holanda regresó al frente oriental llegando a tiempo para participar en la toma de Kharkov y en la Operación Ciudadela donde participó como artillero a bordo de un Panzer III. Destacó como un notable artillero y fue ascendido a Unterscharführer (sargento) y consiguió convertirse en comandante de su propio Panzer III.

Después del fracaso de la Operación Ciudadela, durante la retirada gradual hacia el oeste la compañía de Barkmann fue equipada con el nuevo Panzer V Ausf. A donde consiguió la Cruz de Hierro debido a méritos en combate.


Panzerkampfwagen V Ausf. A "Panther"

Pero entonces, a principios de 1944 la División "Das Reich" fue enviada a Francia para reequiparse y quedó estacionada en Burdeos junto con otras divisiones debido a la inminente invasión aliada. Fue entonces, tras el desembarco de Normandía, cuando el nombre de Barkmann empezó a ganar notoriedad. En la batalla de Villers-Bocage en las cercanías de St. Lô causó importantes bajas a los aliados. Allí iba a llegar su consagración como comandante de Panzer.

Mañana del 27 de julio de 1944. Barkmann y su tripulación se encontraban separados de su unidad cuando recibieron una alarmante noticia. Una columna blindada americana se encontraba en los alrededores de Le Lorey, una población cercana. Barkmann no perdió el tiempo y se colocó en un cruce de caminos en el bosque cercano por donde habría de pasar la columna enemiga. Camufló su Panther entre unos árboles y esperó. Cuando los blindados americanos aparerieron, Barkmann destruyó dos carro Sherman y un camión de combustible. Los carros americanos no se detuvieron y al intentar sobrepasar a los carros destruidos, Barkmann, aniquiló otros dos Shermans. Los estadounidenses, alarmados por la emboscada, pidieron apoyo áereo, pero los cazabombarderos no consiguieron acabar con el Panther, que sufrió daños así como dos de los tripulantes que también fueron heridos. Los Shermans intentaron entonces flanquear a Barkmann pero sin éxito ya que fueron destruidos otros dos carros en el intento. Mientras la tripulación reparaba los daños causados por el ataque áereo, Barkmann tuvo tiempo de destruir dos nuevos carros de combate aliados. Entonces Barkmann, reparado su blindado, decidió retirarse no sin antes destrozar un último Sherman. Al final de la mañana Ernst Barkmann había destruido 9 blindados americanos más un número indeterminado de vehículos no blindados. Esta acción le supuso ser condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro y le valió un ascenso.

 

Representación de la acción que le valió el nombre de "Esquina Barkmann"

Barkmann siguió luchando hasta la caída del III Reich en 1945. En este último período se le atribuyeron muchos más carros enemigos abatidos, tanto americanos como soviéticos, hasta que acabo rindiendose a los ingleses.

Después de la guerra regresó a su pueblo natal donde ejerció como jefe de bomberos y más tarde salió elegido como alcalde. Murió a los 89 años el 27 de junio de 2009 en su querido Kisdorf.

La valiente acción de aquel 27 de julio quedó reflejada para la posteridad con el nombre de "La Esquina Barkmann".